viernes, 23 de abril de 2010

Los Gigantes de Perú

Marta Balbi: "Annunakis"


Pedro de Cieza de León, historiador español, cuenta lo siguiente:

"Como no hay en el Perú una historia de unos gigantes que desembarcaron en la costa en la punta de Santa Elena, en las cercanías de la ciudad de Puerto Viejo, he resuelto hablar de lo que me dijeron acerca de ellos, como yo lo entendí, sin tener en cuenta las opiniones de la gente común y sus diversas anécdotas... Los indígenas, repitiendo una historia recibida de sus antepasados desde tiempos muy remotos, dicen que vinieron del otro lado del mar en balsas de totora que eran tan grandes como los grandes barcos; algunos de esto hombres eran tan grandes que un hombre común y corriente de buen tamaño apenas llegaba hasta sus rodillas. Sus miembros estaban en proporción con el tamaño de sus cuerpos, y es una cosa monstruosa ver a sus enormes cabezas y su pelo colgando sobre los hombros. Sus ojos eran tan grandes como platos pequeños. Dicen que no tenían barbas y que algunos de ellos fueron vestidos con pieles de animales, y otros sólo en la naturaleza les dio vestido. No había mujeres con ellos. Al llegar a este punto, establecieron su campamento como un pueblo (y aún en estos tiempos no es un recuerdo del lugar de sus casas). Como no encontraron el suministro de agua, para subsanar su falta hicieron algunos pozos muy profundos, un trabajo ciertamente digno de registro, llevando a cabo por hombres tan fuertes como estos deben haber sido, a juzgar por su tamaño. Cavaron estos pozos en la roca viva, hasta que llegaron al agua, y después construyeron los pozos en piedra de hacia arriba la línea de agua a fin de que iba a durar durante mucho tiempo. En estos pozos el agua es excelente y siempre es tan frío que es muy agradable de beber.

"Cuando estos grandes hombres o gigantes habían hecho hasta su asentamiento y cavaron estos pozos o cisternas, destruyeron y se comian todas las fuentes que pudieron encontrar en el vecindario. Se dice que uno de ellos comían más de cincuenta de los nativos de la tierra, y como el suministro de alimentos no fue suficiente para que puedan mantenerse por sí mismos, pescaron mucho pescado con redes y artes de pesca que ellos tenían. Vivían en continua hostilidad con los nativos, debido a que mataron a la mujer de este último con el fin de tener, y también mató a los hombres por otros motivos. Pero los indios no eran lo bastante numerosos para matar a los recién llegados que ocupaban sus tierras y se enseñoreaban de ellas, y aunque mantuvieron conversaciones con ellos nunca se atrevieron a atacarlos.

"Después de algunos años los gigantes estaban todavía en esta región, y como no tenían mujeres propias y las indias del barrio eran demasiado pequeñas para ellos, o bien porque el vicio era habitual para ellos e inspirado por el demonio, que practica el pecado de la sodomía horrible, comprometiéndose abiertamente y en público sin temor de Dios o la vergüenza personal. Los nativos dicen que el Señor Dios, dispuestos a ocultar tan mal pecado, les envió un castigo adecuado a la bestialidad del crimen, y cuando todos los gigantes se involucraron juntos en esta práctica maldita vino un fuego terrible del cielo con el acompañamiento de un gran ruido, en medio de la cual un ángel resplandeciente apareció con una espada aguda, brillante con el que los mataba a todos en un solo golpe, y el fuego los consumió dejando sólo unos pocos huesos y cráneos, que Dios les permitió permanecer sin consumir como una muestra de la pena.
Este es el relato que hacen de los gigantes, y creemos que ocurrió, ya que los huesos de gran tamaño se han encontrado y todavía se encuentran por ahí y he oído los españoles dicen que han visto pedazos de dientes que pensaban debía de pesar un cuarto de kilo, y que también había visto un trozo de un hueso de la espinilla- de tamaño maravilloso, todo lo cual da testimonio de la verdad del incidente. Además de esto se puede ver los lugares en los sitios de sus aldeas fueron, y también los pozos o cisternas que hicieron.
"En el presente año de 1550 cuando en la ciudad de Lima me enteré que cuando Su Excelencia Don Antonio de Mendoza fue Virrey y Gobernador de la Nueva España, algunos huesos de hombres tan grandes como estos gigantes, y más aún, se encontraron allí. He oído también que en un antiguo sepulcro en la ciudad de México o en alguna otra parte en que estos huesos reino de gran magnitud se han encontrado. Dado que tantas personas los vieron y dan fe de ello, por lo tanto, se puede acreditar que los gigantes de esa índole han existido y han sido de la misma raza.

"En este momento en Santa Elena, en la costa del Perú y en el distrito de la ciudad de Puerto Viejo, hay un fenómeno notable: existen ciertos pozos de brea de excelente calidad que fluye de la tierra. Estas emisiones se producen desde una costura o falla y sale muy caliente".

Este es el relato de Pedro de Cieza, cuya historia hemos seguido para mostrar la tradición de la India acerca de los gigantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario